Pues sí, amigos, 7o Mar ya ha pasado su propio ecuador y la cifra recaudada no es nada desdeñable (algo más de 28.000 euros en el momento de escribirse esta entrada) si la comparamos con lo que recauda el mecenazgo medio en España. Otra cosa es si lo comparamos con los propios estándares de Nosolorol en el caso de los mecenazgos de Mundo de Tinieblas, que alcanzaron cifras desorbitadas para lo que estamos acostumbrados en este pequeño mercado nuestro. Aun así, la tendencia es descendente, pasando de la franja de los cientos de miles a la de los 50.000 y ahora rondando los 30.000. Cifras importantes, como decimos, pero con una tendencia clara.
¿Qué conclusiones pueden extraerse de esto? Para empezar, poco podemos saber del grado de éxito del mecenazgo de 7o Mar, ya que las campañas de Nosolorol son más opacas que las demás al no establecerse una cifra objetivo específica y contabilizarse públicamente las aportaciones de las tiendas. Es muy probable que la cifra real sea mucho mayor, pero el ciudadano de a pie solo puede ver lo que se le enseña.
Está claro que 7o Mar tiene un importante tirón en España (ahorrémonos comparaciones con la campaña americana porque no ha lugar) y creo que la clave de todo esto es el buen olfato de Nosolorol a la hora de determinar qué licencias pone bajo la lupa del mecenazgo y cuáles no. De hecho, este tino empresarial y el hecho de que no se trata de "hacer realidad" la ilusión de un proyecto que no tiene otros medios de financiación me invita a decir que estamos en realidad ante un "falso mecenazgo" con mayor énfasis en su vertiente de preventa, que es lo que son los mecenazgos, solo que en los casos más "normales" suele faltar una infraestructura empresarial y logística detrás y el aporte es necesario para la propia realización del sueño. Vamos, que Nosolorol no parte en pelota picada como otros, pero aprovecha el tirón de una licencia atractiva para asegurar la salud de la línea, si no de la editorial en su conjunto. Bueno para la empresa, bueno para el aficionado que consume.
Dadas estas peculiaridades, no sería demasiado aventurado afirmar que la publicación de 7o Mar está más que garantizada y que todo se desarrollará de la forma más profesional. Lo que sería interesante es saber, como en otros casos, qué cantidad sería la mínima necesaria para hacerse una idea más concreta. Y lo que sería deseable es que los objetivos parciales fuese un poco más sustanciosos habida cuenta de los intervalos millonarios (en pesetas) necesarios para desbloquearlos. Pero vamos, esto es solo una opinión personal.
¡Congratulaos grumetes! Pronto surcaréis el 7o Mar en Technicolor.
